jueves, 11 de enero de 2018

REBAJAS


La ciudad se vende, es enero
La catedral, la plaza, el café
Rebajadas las miradas que hablan
Rebajados los besos que sobran,
Porque nunca los vamos a dar,
Rebajado el chico del abrigo negro,
No, ese no, ese ya está vendido.
Gente anónima, gente sola
Buscando el calor de estufas de calle
autómatas inmersos en nada
Más que en su mundo de móvil virtual.
En cada esquina un extraño
En cada escaparate una oferta
En cada foto, en cada paso, tristeza.
Rebajada la chica de las botas caras
Fuera ya de temporada.
Rebajados un tanto por ciento los curas
 que pasan con arcaica sotana.
Rebajadas las charlas con las esposas
No así con las amantes, esas son más largas
En la sección de prendas de avance
Los nuevos colores que se llevarán.
De algún rincón música de acordeón
Y el perro de un mendigo que mira
Cuando alguien pasa en bicicleta
Por la calle peatonal
Fauna urbana en tono gris
Alguien empuja a una anciana
Que ya no habita en su cuerpo
En su pesada silla de ruedas.
Rebajados los cupones de ciegos
Y las bufandas para esconderse.
Un encuentro en la terraza
Envidia del que presiente
Esa libre bohemia alejada.
Rebajados los discapacitados
Montones desbarajados del establecimiento.
Baldosas sueltas que ocultan agua
Salpicando después de la lluvia
Cualquier muestra de afecto ajeno
Provoca mis ganas de llorar.
Rebajados los sueños cursis
Los contenedores de vidrio
El tabaco para liar en las puertas
La espera ante los semáforos.
Rebajadas las tertulias de la radio
El humo irrespirable de los coches
El saludo del guardia de seguridad.
Rebajada la parada del autobús
La llegada del tranvía
Los viandantes que suben y bajan
Y se abandonan mirando por la ventana.
Rebajados los chicos de color
Los mediocres que hacen colas
los que usan calcetines de cuadros.
Rebajadas las chicas sin sombrero
Las que llevan medias de seda
Las de bolsos pequeños
Las que no comen chocolate.
Rebajados los hombres sin barba
Los que usan el teléfono mirando al suelo.
Rebajados los libros de poesía
Los cuentos, los de teatro.
Detesto este mes de invierno
Frenéticamente todo en rebajas
Y yo nunca compro nada.



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