martes, 26 de diciembre de 2017

Habitaciones extrañas en casa


Sin darme cuenta esta mañana
He abierto la puerta
Y ya no estaba.
Ha desaparecido el olor a Nenuco
La muñeca mal peinada
Los lápices de colores
Los cuentos de hadas
Y los peluches lloraban.
Un escalofrío siniestro
Bajo una piel erizada
Como cuchillo afilado
Ha destrozado mi alma.
Han huído los juguetes
No hay monstruos bajo la cama
Se han agotado las pilas
De los payasos que hablaban.
Hay rastro de carmín
Huellas sobre la almohada
De máscaras de pestañas
De algun sueño que lloraba.
He abierto la puerta
La cama desordenada
Efímeras risas de niña
Todo lo que recordaba.
He abierto la puerta
Y ya mi niña no estaba
Perfume dulzón a Opium
Unos tacones de vértigo
Todo lo que encontraba.

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