Hay días de transcurrir muriendo
Donde gestionar la tristeza
Es una consecución inútil
Donde las fuerzas oscuras
Confluyen atentando contra ti.
Hay días donde ni escribir se puede
Ni escupirle a la cara a la vida
Ni perderse en un anhelado
Y febril sueño sin retorno.
Hay días así y vendrán peores
Pero nadie verá caer a Ícaro
Rota la esperanza entre tinieblas.
Hay días de los que duelen,
De los felices ya ni te acuerdas,
De los que te aplastan
Cual lápida de necrópolis
Y ya luego nada vuelve a ser
Lo mismo de siempre.
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