Días aciagos de despedidas
reprimiendo que no alcance a la mirada
roto ahora en mil pedazos
que va a costar recomponer.
Cómo duele la herida
que se abre
cada vez que se dice adiós
cómo gestionar sentimientos
cuando no interviene la razón.
Cual luz de otoño que se apaga
que borra las últimas sonrisas
que no pudieron ser
ahogadas en el último
café
así como alma derrotada
triste y sola antes de partir.
Me llevo la caricia de una sonrisa
Me llevo palabras de ánimo
Me llevo el calor de unas manos
Me llevo la sinceridad de un abrazo
que no fue lo bastante largo.
Y nada me basta para
cubrir
el vacío que va quedando
cuando algo llega a su fin.
cuando algo llega a su fin.
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