que nos alcanza
que nos congela el alma
que nos seca las lágrimas.
Cómo poder reir a carcajas
y seguir luchando por nada
si la cruel guadaña acecha
y lo mejor lo arrebata.
Muerte ingrata con los mejores
que asola, aniquila y arrasa.
Cómo se gestiona la tristeza
del dolor que va quedando
cuando crecen las ausencias.
Qué hacer con tanto amor
para los que ya nunca estarán
cada vez que vuelvas a casa.
Pérez de la Hoyica
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